Todo parece indicar que en esta historia no hay buenos. Mintió el Gobierno atribuyéndole a ETA la autoría del salvaje atentado del 11-M y perdió las elecciones por ello. Al mismo tiempo, el PSOE de Rodríguez Zapatero, apoyado por el Grupo Prisa, especialmente la Cadena SER, utilizó esta mentira y la confusión consiguiente para lanzar, en plena jornada de reflexión, todo un ataque contra el Gobierno Aznar que tuvo su éxito un día después: Zapatero, contra todo pronóstico y toda encuesta, conseguía el impensable vuelco y se convertía en presidente del Gobierno. Zapatero es presidente del Gobierno gracias a un atentado. Él no tiene culpa de ello (aunque sí de la manipulación que su gente realizó durante la jornada de reflexión, una reflexión, al parecer, muy profunda), pero lo cierto es que es así. Ni en sus mejores sueños hubiese pensado en conseguir un éxito de este calibre. De hecho, en el Partido Popular están convencidos de que un aplazamiento de las elecciones les habría llevado a la victoria.
El lunes, jornada postelectoral, el Ibex-35, principal índice bursátil madrileño, caía en picado. A las 11 horas, todo el Ibex se desplomaba un 2,3% (aún acabaría peor), salvo un valor que, arrogante él, se elevaba un 3%. Ese valor era Prisa, editora de El País y la Cadena SER y accionista de referencia de Canal y del monopolio de la televisión de pago en España, Digital . Es decir, el imperio del editor Jesús Polanco. A partir de ahí, comenzó a descender. Alguien debió decirle a Polanco que aquello "cantaba" demasiado, más que Montserrat Caballé.
Pero el significado estaba claro para el mercado. Prisa no sólo había contribuido lo suyo al triunfo socialista, con su actuación, especialmente radiofónica, como piquete informativo, sino que se preparaba para ser la más beneficiada por la gratitud socialista. La verdad es que el Gobierno Aznar ya había apoyado a Polanco todo lo que se le podía apoyar. El último regalo ha llegado con la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 2004, que permitían a Polanco mantener una red de televisiones locales, un canal en abierto y el monopolio de la televisión de pago, sin que el Servio de Defensa de la Competencia abriera la boca.
En ese momento, una analista recordaba en el parquet el futuro Consejo Audiovisual, que tendrá que marcar unas pautas de libre cumplimiento sobre la televisión basura. Pues bien, este Consejo estará formado por Emilio Lledó, Lázaro Carreter (recientemente fallecido), Fernando Savater, Victoria Camps y Fernando Bustamante. De cinco, cuatro son articulistas de El País.
La verdad es que Polanco ha hecho todo lo posible porque el PSOE recupere el poder y tenía buenas razones para intentarlo.
Eso sí, el futuro ministro de Economía, Miguel Sebastián, se ha visto obligado a utilizar el periódico económico más vendido de España, para tranquilizar a los empresarios. Sebastián ha llegado a decir que pueden estar tranquilos los empresarios "aupados" por el PP, porque el PSOE no les va a quitar el cargo. Se da la circunstancia de que Sebastián fue despedido con cajas destempladas del BBVA (donde dirigía el Servicio de Estudios) por su presidente, Francisco González, uno de los "aupados" por el Partido Popular al presente cargo. En su momento, FG se negó a comentar las razones de su cese de forma agria.
Mientras tanto, Zapatero intenta destruir en un mes lo que el PP construyó en ocho años. Más que una política, los primeros pasos del PSOE parecen una anti-política. Aún no ha tomado posesión y ya ha anunciado que el 30 de junio las tropas españolas abandonarán Bagdad, lo que no ha sentado bien a sus aliados que tienen tropas en la zona: Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Polonia, Italia, etc.
En política europea, Zapatero y su futuro ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ya han advertido que apoyarán a Francia y Alemania, verdadero eje rector de la actual Unión Europea, lo que relega a España a ser un país de segunda en la futura Unión Europea.
La Ley de Calidad de la Enseñanza será derogada, o al menos eso dice en privado la cúpula del PSOE, se aplicará el Protocolo de Kyoto sin prórrogas (las eléctricas tiemblan) y se revisarán las tarifas de los sectores regulados.
Por el momento, estamos ante un futuro Gobierno "a la contra".%.ucmFFONT>