El embajador de España ante la Santa Sede, Paco Vázquez, no acudió al acto de presentación del libro Memorias confesables un embajador de España ante el Vaticano de Carlos Abella celebrado el pasado 1 de junio. Se excusó con problemas de agenda, aunque probablemente no se habría sentido especialmente cómodo compartiendo mesa con el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien aludió al sentido común en las relaciones con la Iglesia. Los suyos dicen que es muy valiente, pero que nunca se salta la línea, no como Rosa Díez. Pues eso.