Los militares no pueden hablar de política, el Gobernador del banco de España no puede hablar del Estatut, el presidente del Consejo General del Poder Judicial no puede hablar de la unidad de España pero un Presidente del Gobierno sí puede predecir que una OPA que ha llevado a un enfrentamiento, no ya entre dos empresas, sino entre Madrid y Barcelona y entre los grupos empresariales más importantes del país, saldrá adelante y que Gas Natural se impondrá Endesa en la batalla. El Presidente del Gobierno, no sé si me siguen, que es el superior jerárquico del vicepresidente económico, Pedro Solbes, que es el único con capacidad decisoria. Después de las palabras de su presidente, el pasado martes, se hace innecesario espera a que hable Solbes.
Zapatero pone sobre la mesa dos razones para refrendar la OPA. Una les va a sonar a nuevo : la de la libre competencia y el mejor servicio para los usuario. Hablar de libre competencia en un sector como el eléctrico, donde las tarifas las fija el Gobierno, y en otro sector como el gas, donde las tarifas también las fija el Gobierno (de forma directa en el butano y de forma cuasi directa en el gas de red) parece como un chiste malo.
La otra razón es mucho más importante y mucho más cierta, y consiste en el motivo por el que en Hispanidad nos hemos mostrado a favor de la OPA de GN sobre Endesa. Para ser exactos, apoyamos la idea, pero no su desarrollo; apoyamos la OPA de GN, pero no en los términos en los que ha sido formulada.
Se trata de disponer de empresas fuertes con capacidad de asegurar el suministro en el sector más estratégico de todos, el energético, en un momento en el que todo el mapa industrial europeo se encuentra en remodelación. Ahora bien, dado que el proyecto de Gas Natural consiste en comprar Endesa para, a renglón seguido, vender a Iberdrola un 33% de Endesa, supone que la empresa resultante crecería en poco menos del 10%. Ergo, no se conseguiría esa gran empresa más difícil de opar por los gigantes extranjeros EON, EDF o ENEL, aquellos que juegan con ventaja porque son públicos (sí, los alemanes de EON también lo son, sólo que de otra forma) y que están deseosos de comerse lo que sea, al precio que sea, en España. Por ejemplo, a Endesa, que no en vano es una compañía mucho más rentable que todas las precitadas. Porque eso es lo curioso de España en muchos sectores: tenemos pocas compañías de tamaño europeo, pero mucho más solventes y rentables que los gigantes europeos. Somos, por decirlo así, un nada oscuro objeto de deseo.
Por tanto, aunque Rodríguez Zapatero esta haciendo un curso acelerado e economía en Moncloa, que con mucho gasto le financiamos todos los españoles, lo cierto es que antes se especializa en medias verdades que en ideas sensatas. Dicho de otra forma: La OPA es una buena idea, tan buena que, de no producirse, Gas Natural se verá en apuros para desarrollar su negocio y Endesa puede ser objeto de OPA. Además, la unión de hidrocarburos y electricidad es cada vez más lógica, dado que estamos utilizando el gas para producir kilowatios.
Ahora bien, dicho estoTodo el mundo sabe que la oferta de Gas Natural no puede prosperar en el mercado. Entre otras cosas, porque es una oferta rácana. Gas Natural tendrá que mejorarla, pero, aún más importante que la mejora cuantitativa necesaria para que se la acepten los accionistas de Endesa-, es que modifiquen un punto esencial, más que nada para hacer ciertas las palabras de Rodríguez Zapatero : no vender ni un activo, ni un cliente, a Iberdrola ni a nadie más: que GN compre, toda entera, Endesa. Y, si es caso, involucrar a Repsol YPF en la aventura, que se haga. Lo que no es admisible es comprar una eléctrica para después trocearla, dado que de ese modo se haría más grande a Iberdrola, pero no a GN-Endesa, que apenas supondría un aumento de tamaño del 10%. La compañía resultante tendría poca masa crítica para competir en Europa.
Además, si ese fuera el cambio, todo el anticatalanismo ramplón que ha surgido a partir de la OPA (y a partir, todo hay que decirlo, del desvergonzado apoyo público a La Caixa) quedaría privado de sus mejores armas. Mientras tanto, Endesa tiene razón: esta OPA le conviene a Gas Natural y a Iberdrola, pero no a España. Si La Caixa adoptara ese cambio, desde Hispanidad aplaudiremos con manos y pies. Mientras tanto, pensaremos que se tomó la decisión correcta por un camino erróneo.
Y respecto al Gobierno, más conocido como Opas Rodríguez, haría bien en pensar, no en sus políticas de campanario, de catalanes contra madrileños, sino en disponer, como dice su Presidente, de empresas grandes con dimensión suficiente para competir. En lugar de aumentar el tamaño de Iberdrola a costa de Endesa, no haría mal en crear dos grandes generadores, comercializadores y distribuidores de gas y electricidad. Por decir algo, Iberdrola, sin duda la eléctrica más rentable del sector, podría absorber a CEPSA y Fenosa, hasta alcanzar un tamaño respetable. Así tendríamos dos gigantes: uno con sede en Barcelona y otro en Bilbao. ¿Y qué? Las empresas con sede en esas dos ciudades son tan españolas como aquellas otras que tienen su sede social en el Paseo de la Castellana. Es más, la forma económica de atraerse al tejido industrial vasco y catalán hacia la patria común es, precisamente, dejarles disponer de esas grandes compañías, o al menos del control corporativo sobre las mismas. Como muestra un botón ¿Conocen ustedes alguna entidad financiera más pendiente de la economía española que La Caixa, arquetipo de la economía catalana? Por la cuenta que le trae, en La Caixa saben que en la Europa unida las boinas son un nostálgico placer del pasado que no pueden permitirse.
Eulogio López