Sr. Director:
Con su última campaña publicitaria Gallardón incurre en una nueva infamia (¿por qué no delito?); y esta vez es doble:
Primera infamia es gastarse nuestro dinero -que ya no tenemos, sino que incrementa la muy abultada deuda de Madrid- para hacer publicidad... ¡de una calle! Por supuesto, su único objetivo es ir adelantando, a nuestro cargo, su propia campaña electoral.
La segunda infamia es presentar el Madrid de hace dos siglos como si fuese el que él ha recibido en 2003. ¡No señor Gallardón! Usted recibió un Madrid que ya contaba con una M30 y una M40 y una M45 y hasta la M50... pero además, ya contaba con los túneles de Pío XII bajo Chamartín, y el túnel de Velázquez hasta la A-2, y el de la calle Cartagena, y el de Plaza de Castilla, y el de Ríos Rosas... y así un largo etcétera. Sr. Gallardón, usted recibió un Madrid moderno que ya funcionaba... y lo ha colapsado durante 4 años y lo ha arruinado para otros 40 años.
¿Es que no hacían falta otros servicios públicos que no fuesen túneles? ¿No hacían falta colegios, centros de salud, aparcamientos para residentes, bibliotecas, líneas de metro y cercanías que lleguen a los nuevos núcleos urbanos? ... pero todo esto no le hubiese llevado a la gloria del Olimpo al nuevo dios Gallardón.
A su campaña de ¿Qué pasaría si nunca pasase nada?... deberíamos responder: ¡Que cuando todo pasa a la vez es el caos!
José Alberto Fernández
Jalbertofl@terra.es