Sr. Director:
La muerte digna es un concepto nuevo, por lo que puede ser que si le preguntas a alguno de los que la han votado, que te ponga un ejemplo, te digan que sea sin sufrimiento, a base de un calmante muy fuerte que provoque la muerte sin dolor.

 

Es el caso sin duda del condenado a muerte, le ponen una inyección letal y sin ningún dolor muere.

¿Es eso lo que quiere el Parlamento Andaluz? ¿Decidir si una persona sigue viviendo o no?

La inmensa mayoría está en contra de la pena de muerte (yo lo estoy) ¿Y se aprueba la muerte de un inocente porque está enfermo?

Que se aprueben los cuidados paliativos, -como sé por experiencia, que se hace en la actualidad en Madrid en la Clínica Laguna (y otras mas)-, que con un atención impresionante hacia el enfermo y hacia la familia del enfermo, le quitan todos los dolores ¡Por supuesto que si! Eso es la muerte digna, estar rodeado del cariño de los tuyos, y de la asistencia de los facultativos quitándote los dolores.

Creo que todos estamos de acuerdo en esto, entonces ¿por qué se aprueba la sentencia de muerte del enfermo?

A los parlamentarios no les importa el enfermo ni los familiares, les importa que no gasten dinero, es más barato un calmante letal que acaba con él en un momento.

¿Queremos esto los españoles? No, están engañando a los españoles por medio de conceptos equívocos, como el de la muerte digna.

María Victoria Palop Moltó