La multinacional alemana Volkswagen obtuvo en 2004 un beneficio neto de 716 millones de euros, lo que supone un 29% menos que un año antes. La firma alemana no logra levantar cabeza, y eso asusta, y mucho, a su filial española SEAT. Como se sabe, el objetivo, cada vez menos oculto, de Volkswagen es reducirse a una firma de diseño, pero la plantilla de SEAT aún está compuesta por 14.5000 trabajadores, a lo que habría que añadir los puestos de trabajo indirectos que crea, especialmente en Cataluña.
Como ya hemos informado, la estrategia de Volkswagen consiste en dejar que SEAT languidezca, para luego poder justificar el cierre o su reducción a la mínima expresión. En Alemania, no dejan de recordar que SEAT es ahora la empresa menos rentable del grupo. Por si todo esto fuera poco, en 2004, por vez primera, la filial checa Skoda superó en ventas a SEAT.
¿Y por qué Volkswagen no acelera su proceso de deglución de la firma española? Pues, por los créditos fiscales, que la normativa española otorgó a SEAT tras sus pérdidas continuadas, durante la década de los 90. Volkswagen, y todas sus marcas en España, incluida Audi, consolidan con SEAT para que todos los negocios de la multinacional no paguen impuestos en nuestro país.