Santander y BBVA exigen un "esquema de protección de activos", o sea, que el Estado pague los platos rotos (que se pueden alcanzar los 6.000 millones de euros) y quedarse con la cuota de mercado

 

Si el Banco de España cede, las demás cajas pedirán lo mismo. Y si nacionaliza la entidad alicantina, el prestigio del sistema financiero español se va al garete.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), está ligeramente cabreado con los presidentes de Santander y BBVA, Emilio Botín y Francisco González. A ambos le ofreció quedarse con la Caja de Ahorros del Mediterráneo y ambos han pedido un "esquema de protección de activos" que así, en román paladino, significa que el Estado, el FROB, el Banco de España, usted y yo, paguen los platos rotos mientras el comprador, sin asumir otros riesgos, que la más bien remota posibilidad de pérdidas ocultas, se queda con la cuota de mercado de la que fuera la quinta caja de ahorros del país.

El eufemismo "esquema de protección de activos" significa lo siguiente. La CAM, vía Nomura, el banco de inversión encargado de venderlo, presenta un balance desolador. Afronta un agujero de 6.000 millones de euros. Casi la mitad lo cubrirá con sus fondos propios, unos 3.000 millones pero exigiría capitalizar, con lo cual nos quedamos con la cifra original.   

Al mismo tiempo afronta pérdidas de otros 3.000 millones de euros, cifra que podría aumentar. Si confiamos en el actual equipo directivo, se podrían cubrir  2.000 millones  con cargo a dotaciones. A partir de ahí intervendría el FROB, pero estamos hablando del segundo FROB, aportaciones sin coste financiero, el chollo, que debería aportar entre 1.500 y 2.000 millones de euros (aunque la CAM pide, alegremente, 2.800 millones). Raro sería que Santander o BBVA tuvieran que afrontar pérdidas y, eso sí, ganarían cuota de mercado y otros activos industriales.

Y a los dos les vendría bien una red de oficinas en Levante, aunque no el hecho de aumentar su riesgo en España, país financieramente maldito en estos momentos.

En cualquier caso, la respuesta del Banco de España es que, en esas condiciones, mejor intervenir la CAM, nacionalizarla, sanearla y luego venderla en subasta al mejor postor. Porque, si, además, se aceptan las draconianas condiciones de los dos grandes bancos, el resto de cajas fusionadas con problemas, exigirán el mismo trato.

Además si nacionalizas la CAM -o si la cierras- estarías lanzando un pésimo mensaje a los mercados bursátiles. Y no olvidemos que el Gobierno Zapatero se ha puesto en manos de los mercaderes.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com