Es verdad que aunque el diálogo social se ha roto existe paz social. Eso sí, una paz comprada por los empresarios. Como siempre. Hasta julio ha habido menos conflictividad social y se han firmado más convenios colectivos que el año pasado. ¿Y cómo es esto posible? La clave está en una subida salarial del 2,67%. Si tenemos en cuenta que la inflación ha caído un 1,4%, tenemos la solución al sudoku.
Pero esto se acabó. Los sectores y regiones que no han firmado, están asustados con la crisis que se nos viene encima. Por eso Ferrán llega a proponer una rebaja del 1% en los salarios para mantener el poder adquisitivo. El problema, como apunta el rector de la Rey Juan Carlos, Fernando Fernández, es que la patronal ha caído en el mismo esquema que los sindicatos. No, dice Fernández, los salarios no deben indexarse a la inflación, sino a la productividad.
En todo caso, los sindicatos insisten en una subida del 2%, que es la inflación prevista o más bien deseada- por el BCE. Los empresarios no aguantan más. Y así tenemos 1.500 convenios colectivos esperando firma. El problema de la negociación colectiva en España es que estos convenios tienen carácter retroactivo. Es decir, que si no se firma, se aplica el vigente. Y el vigente se firmó con unas circunstancias de petróleo a 1,40 y ahora cotiza a la mitad. Este es uno de los asuntos que Forbes recomienda reformar. Y hasta Zapatero lo mencionó en el Debate sobre el Estado de la Nación. Doble contra sencillo a que no se toca.