• Los títulos de la compañía se disparan un 10% en la apertura de la sesión de este viernes.
  • Dos razones: los fondos prestamistas se están convirtiendo en accionistas y, además, hay pocos títulos en circulación.
  • El acuerdo con los fondos ha evitado el default de la empresa, pero tiene unos elevados costes financieros.

Los títulos de Codere se han disparado hasta un 10% en la apertura de la sesión bursátil de este viernes. Dos son las razones que justifican este movimiento alcista, que se produce un día después del comunicado de la compañía en el que anunció que había logrado un acuerdo para renovar un crédito sindicado de 100 millones de euros.

La primera razón: tanto el fondo Canyon Capital como los que están gestionados por GSO Capital Partners -que se han hecho cargo de la deuda de 29 millones de euros que tenía la empresa con Credit Suisse, BBVA y Barclays- no se fían de la familia Martínez Sampedro y quieren ser accionistas de la compañía para enterarse de los movimientos corporativos de primera mano y no a través de los bancos de inversión.

Alguno de esos fondos ya tiene el 5%, de cara a la junta que se celebrará en dos semanas. En definitiva, los fondos no quieren que les tomen el pelo.

La segunda razón: Codere tiene muy poco free float, es decir, muy poco volumen en circulación. El 60% está en manos de la familia Martínez Sampedro.

Todo esto viene precedido del anuncio que ha hecho la empresa en la tarde del jueves: los fondos Canyon Capital y varios gestionados por GSO Capital Partners se hacían cargo de la deuda que mantenía con Credit Suisse, BBVA y Barclays. En total, 29 millones de euros.

Según consta en la nota remitida a la CNMV, el pacto con los fondos incluye la novación parcial del instrumento de financiación senior -válida hasta el 21 de junio de 2013- por un importe máximo de 100 millones de euros a un plazo de seis meses.

Gracias al acuerdo, la empresa que preside José Antonio Martínez Sampedro (en la imagen), ha aplazado hasta el 21 de junio el pago de 31 millones de euros que tenía que hacer este fin de semana, y que corresponden al pago del cupón trimestral correspondiente a 760 millones en bonos.

A pesar de estos últimos movimientos, la situación de la compañía es muy complicada. Ciertamente, el acuerdo con los fondos ha evitado el default, pero supone unos elevadísimos costes financieros.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com