Pues mire usted, mejor sería forzar los experimentos porque, o bien se reducen los impuestos laborales o no se creará empleo. No sólo eso, con unas cuotas cuyo coste oscila entre el 28 y el 40% de salario bruto, es normal que la economía sumergida se dispare.
Lo habitual hoy en España, por ejemplo en Periodismo, donde lo más habitual es que se exija al nuevo trabajador que curse alta en la Seguridad Social -es decir, que se convierta en un falso autónomo- para evitar el pago de cuotas sociales. Lo segundo: que al emprendedor se le supriman las cuotas y el impuesto de sociedades mientras monta su empresa como autónomo de verdad. Sólo la micropyme y los cuentapropistas crearán empleo.
Veamos: las cuotas financian dos cosas: las pensiones y los subsidios de paro. El sistema danés -aunque Dinamarca no es el único país en practicarlo- supone que las empresas no paguen cuotas y financiar las pensiones con un incremento del IVA.
Para entendernos, al Gobierno Rajoy le han dejado los socialistas un páramo, eso es verdad. Pero la solución no puede consistir en que lo urgente prime sobre lo importante porque no hay nada más permanente que lo transitorio y lo importante es crear empleo y empleo con salario digno. Y eso no puede esperar, porque es un experimento pero absolutamente imprescindible.
La gente está dispuesta a que le suban los impuestos y le reduzcan las prestaciones públicas: a lo que no está dispuesto es a ser un inútil que vive de la familia... suponiendo que alguien en la familia ingrese algo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com