He oído una frase que me ha hecho pensar. "La historia no sirve para nada, pero el que no sabe historia no sabe nada".
De acuerdo con la segunda parte, en absoluto lo estoy con la primera. La historia es el alma de los pueblos, de las civilizaciones, de la cultura. Sirve para tantas cosas que recrea y revive el pasado, abre horizontes humanos e intelectuales; hace amar o detestar cosas que pasaron, que no están a nuestro alcance, pero de las que podemos aprender y sacar provecho.
Nada de lo que ocurre nos es indiferente y por tanto nada de lo que ocurrió. Manipular la historia es tan grave como manipular al ser humano en su indefensión por falta de oportunidades, de conocimiento. Un pueblo, una civilización, son grandes cuando respetan su pasado, cuando conservan sus tradiciones, cuando el "progreso" a costa de lo que sea es totalmente empobrecedor.
Y pienso en tantos jóvenes de nuestros días a quienes se les ha robado esta rama del saber.
Ana M. Baldán