El siglo XXI se abrió con los atentados del 11-S, que no era un reto del Islam contra Occidente, ni siquiera del terrorismo contra la libertad (aunque también) sino de Occidente contra sí mismo y del bien contra el mal.
El asesinato colectivo cometido por Bin Laden en Estados Unidos, seguido luego por los de España, Reino Unido e Indonesia, metieron al mundo en un estado de guerra y de violencia enlazada. Luego George Bush cometió el error de invadir Irak y ahora Obama se empecina en el error de bombardear Siria. Forma todo parte de un continuo, pero, ojo, un continuo en aumento.
Cuando Sadam Husein retaba a Occidente hablaba "de la madre de todas las batallas", su manera, no se equivocó. No tenia media torta frente al ejército norteamericano pero una cosa es derribar a un Gobierno y otra cambiar a un pueblo sacrificado a la violencia y a la miseria. Ahora, en Irak el gobierno es oposición -terrorista- y la oposición es Gobierno autoritario. Este ha sido todo el cambio y ha costado más de 100.000 vida y un reguero de matanza semanales.En Siria, Basahr Al Asad asegura que arderá todo Oriente Medio si se bombardea Damasco. A lo mejor no sólo arde Oriente Medio sino que arde Europa y el mundo. Hussein no exageraba pero Al Asad, aunque él no lo sepa, probablemente se está quedando corto.
¿Quiero decir que la espoleta siria puede suponer el estallido de una bomba de alcance mundial Sí, quiero decir justamente eso.
La información de la mañana del martes, con Israel y Estados Unidos lanzando misiles de aviso, y Rusia denunciándolo, no presagia nada bueno. La actitud de la momia John McCain secundando la chulería de Barack Obama para iniciar el conflicto lo único que consigue es ampliar el número de los llamados a la guerra. Se está dando entre los líderes mundiales una especie de fatalismo determinista, según el cual la única solución posible es la violencia. Justo lo contrario de lo que hay que hacer.
Y si hay que elegir campo, Occidente debería optar por Bashar al Asad –y ponerle firme luego- antes que por los llamados rebeldes que, como decía Juan Manuel de Prada, es la chusma de Al Qaeda.
En cualquier caso, lo importante ahora es que Estados Unidos no internacionalice le conflicto, porque se trataría de una guerra que probablemente nadie podría parar.
Eulogio López
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