La primera caja de ahorros de España ha negado a Hispanidad que el rumor que circula por Madrid es falso. El Sabadell asegura lo mismo, una vez que se destacara en el mercado las buenas conexiones que Jaime Guardiola posee en la zona. Lo más sorprendente: el cambio de actitud del Banco de España, que se nos ha vuelto liberal. La clave está en saber si Ángel Ron cuenta con la lealtad de la Sindicatura de Accionistas así como de Americo Amorim y Allianz. En México se sigue señalando a Alberto Bailleres como el hombre que podría estar detrás de Blueprime
Fuentes de la alta dirección deEl rumor estaba bien armado por dos razones: en primer lugar, porque Criteria, el grupo industrial de La Caixa otea el horizonte para crecer mediante la compra de bancos. En segundo lugar, y esto fue lo que disparó los rumores con más fuerza, el inexplicable cambio de actitud del Banco de España, que la semana pasada filtraba que no admitiría que un empresario televisivo -que luego negó cualquier contacto con la operación- se hiciera con el tercer banco español para, días después, filtrara, en el mejor estilo de la casa, que no tendría inconveniente en que Ram Bhavnani, la espoleta de toda la operación, alcanzara el 10%. Y estamos hablando de una entidad, Blueprime, que nadie conoce. Dicho de otro modo: el supervisor está apoyando una inversión de un desconocido ajeno a la Unión Europea. No sabíamos que al supervisor le gustara el anonimato.
En cualquier caso, en La Caixa han negado toda participación en el asunto y, atención, lo mismo ha hecho el segundo sospechoso, el Sabadell. A preguntas de Hispanidad, el presidente del Sabadell, Josep Oliú, medio en broma medio en serio, que tardaría en integrar al Popular dentro de su grupo algo más que "al Atlántico". Considerando que el Popular vale 11.900 millones de euros, frente a los 6.700 del Sabadell. A este segundo rumor ha contribuido el currículum de su consejero delegado, Jaume Guardiola, probablemente el banquero español con más contactos en México, donde dirigió al BBVA.
La verdad es que el BBVA y el Santander participan -el primero controla- en el segundo y tercer banco mexicano, y que en México hay ahora exceso de liquidez y ganas de comprar.
En cualquier caso, la clave de la batalla está en saber si el presidente del Popular, Ángel Ron, cuenta con el apoyo, no sólo de la Sindicatura de accionistas -15%- sino del núcleo duro del núcleo duro, es decir, de Europea de Inversiones, que en teoría controla el 5% del banco y en la práctica, mucho más. Y también importa la lealtad de los alemanes de Allianz, 9,9%, porque esos sí que podrían comprar el banco. En su favor, hay que decir que cuando pudieron hacerlo, no lo hicieron.
En cualquier caso, la rumorología apunta a la lógica: que ZP ha entregado el Popular a los mexicanos a cambio de que las empresas españolas, especialmente Telefónica, no encuentren pegas en México a manos de Carlos Slim. Y de paso, La Moncloa conseguiría quitarle el banco "a los del Opus", en expresión de un destacado alto cargo del Gobierno. No es exactamente así, pero los altos cargos del Ejecutivo no son sensibles a lecturas sutiles.