Sr. Director:
El mismo que legisla con altanería contra el pueblo, porque luego les engaña y les convence de que es a su favor.
Es el que desprecia las súplicas de millones de personas en la calle, seguro de que conseguirá el voto de los que se creen sus mentiras. Es el que, sin piedad, permite que se ejecuten más condenas de muerte contra los no nacidos. Es el que pretende adoctrinar en sus nada recomendables ideas a las futuras generaciones. Es el que le importa tan poco España que no duda en conceder su desmembración, si con eso logra mantenerse en el poder.
La mentira, de forma esporádica y debidamente acicalada, puede calar; pero si es permanente e insistente, por muy bien que se adorne, deja de ser creída.
No se puede hacer peor; observemos algunas de sus leyes que denomina progresistas: el gaymonio, el aborto, la educación, las autonomías, la política de aguas: ¿Se pueden hacer peor y que sean más lacerantes para el ciudadano?
Y los problemas que surgen, ¿se pueden gestionar peor? Las obras del AVE, los aeropuertos, los incendios, el chapapote de Andalucía, el empleo, la situación económica y financiera, etc. Y a todo añadir su absoluta dependencia de grupos con intereses opuestos s los generales de España, como Cataluña, Andalucía, País Vasco Galicia, ETA, etc.
Señor Zapatero: no se puede estar permanentemente mintiendo y perjudicando al ciudadano: tarde o temprano se dará cuenta. Por favor: gobierne para el pueblo, no contra el pueblo.
Pablo Delgado Escolar
padel@telefonica.net