Lo ha dicho Oriol Junqueras (en la imagen), el líder de ERC: el futuro de Cataluña "pasa por un Estado independiente, porque se ha comprobado que el Estado que tenemos no nos quiere". Seguro que no han adivinado que el primer Estado al que se refiere Oriol es el catalán y el segundo el español. Y tampoco habrán podido dar con la clave de que cuando Junqueras habla de Estado español se refiere a España, aun quedan los nacionalistas, que no buscan separarse de España sino del Estado español. ¿Lo han cogido
En cualquier caso, estamos ante una cuestión de amor. Los españoles debemos amar, no sólo a los catalanes, sino al futuro Estado catalán. Que los catalanes no amen a los españoles es lógico, dado que no se sienten amados por los españoles. No se me pierdan.
Y el hecho de que sean los catalanes (algunos) quienes quieren separarse del resto de España, porque, al parecer, los españoles olemos fatal, no significa que ellos sean los culpables, ni tan siquiera los causantes, de la secesión: los culpables somos el resto de los españoles porque no les hemos sabido amar.
Por ello, Junqueras considera que hay que declarar la independencia de Cataluña de España, aunque sólo la pretendan la mitad de los catalanes y ninguno de los españoles. Porque es una cuestión de amor, si ustedes me entienden.
La verdad es que si hay algo que en la meseta, gente ruda e insensible, se lleva mal de los catalanes es que son un pueblo muy sentimental. Y los sentimientos varían de año en año o de semana en semana. Y lo malo de que los sentimientos terminen en hechos es que los hechos no cambian, pero los sentimientos sí.
Por lo demás, todo está en orden en Cataluña, no va a pasar nada de nada (res de res). Bueno eso sí, el nacionalismo catalán está provocando más guerracivilismo. En todo el país. Pero, tranquilos, no es el único factor que nos llevará a la guerra civil. Y en ese momento, lo que menos importará será el secesionismo catalán
Hispanidad
redaccion@hispanidad.com