Se cumplieron siete años de la entrada en el Cielo de Juan Pablo II.
Fue el 2 de abril, la vigilia, entonces, del segundo Domingo de Pascua o de la Fiesta de la Misericordia. Él mismo instituyó esta Fiesta que pidió Jesús a Santa Faustina Kowalska, monja polaca con grandes dones místicos.
El aniversario del paso del Papa a la Eternidad, en Polonia se celebró con vigilias y con un laberinto en el que se pusieron sus frases más conocidas ("el respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho", "esforzaos en abrir vuestras mentes y corazones a la verdad y al bien, educándoos en la auténtica justicia y en la paz"…).
Al el sur del país, recordaron al Papa deportista con 9.665 metros de natación, el número de días de su Pontificado, turnándose decenas de nadadores en una piscina municipal.
En Valladolid y en otras ciudades de España se le recordará en la celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia, el segundo Domingo de Pascua, fiesta elegida por Benedicto XVI para su beatificación el año pasado.
El Papa decía que "el mensaje de la Divina Misericordia es mi cometido especial. La Providencia me lo ha asignado". El Papa Wojtyla, autor de la Encíclica "Dives in Misericordia", sigue siendo, desde el Cielo, un gran Apóstol de la Divina Misericordia.
Josefa Romo Garlito