Fue entre finales de septiembre y principio de octubre. En algún lugar de la frontera franco-belga se reunieron representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado con Josu Ternera. Más que de una toma de temperatura, se trató de una verdadera negociación. Los representantes del gobierno español reclamaron una declaración pública de tregua mientras que Ternera insistió en la legalización de Batasuna y el reconocimiento de la soberanía vasca.

Durante la entrevista, Ternera exigió que se dejara de perseguir a los miembros de la banda; una exigencia, que según publica el semanario Alba, las Fuerzas de Seguridad consideraron imposible e insistieron en que la declaración pública de tregua debía de ser un objetivo imprescindible. La tregua debe de ser una consecuencia, no un objetivo, responde Ternera, quien insistió en el respeto de la voluntad de los agentes políticos vascos.

Además, los representantes del gobierno señalaron que para que se produjera la legalización de ETA debería de haber un alto el fuego previo. Eso sí, concedieron que se trataba de un conflicto político. Ternera lo tiene claro : Euskal Herria no tiene futuro bajo la dominación española y francesa. Además, según este semanario, los interlocutores gubernamentales aceptaron que los presos con delitos de sangre fueran trasladados a cárceles del País Vasco y el resto fueran amnistiados.

El Gobierno niega todo tipo de contactos. La vicepresidenta De la Vega afirma haber tenido información sobre la carta remitida por ETA al gobierno francés, pero se niega a hablar sobre ella. Este lunes se celebra el aniversario del encuentro de Anoeta en el que la ilegalizada Batasuna pidió la creación de una mesa de partidos para la resolución del conflicto. Los rumores de tregua insisten, mientras que el jefe del aparato militar Txeroki, se muestra cada día más inquieto por la falta de gestos del gobierno. Acusa al Ejecutivo de las muertes en prisión de presos etarras como consecuencia de la política de dispersión. Y desde luego, no le gusta nada que comience el macrojuicio sin avances en el proceso de negociación. Permanezcan atentos a las pantallas.