- El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos asegura que los Gobiernos lo saben, pero que no actúan por falta de voluntad política.
- Desde que se aprobó en España la libre dispensación de la PDD, en 2009, se han distribuido dos millones de píldoras.
- Tampoco se persiguen los abortos ilegales "porque la Fiscalía tiene órdenes de no perseguir, porque no hay policía científica suficiente para estudiar eso, porque no hay voluntad política, porque la sociedad está como está...".
- Y añade: "No es aceptable para los que admitimos -que somos muchos en el mundo- que el ser humano debe ser respetado desde la concepción".
- "Los que lo vemos claro tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo por que la gente sea feliz en el matrimonio y no tenga que usar nada de esto", asegura.
Y esto se traduce en una importante fuente de ingresos para las empresas farmacéuticas, cuya facturación se ha disparado desde la dispensación libre hasta los 40,7 millones de euros en estos tres años. En España, las empresas farmacéuticas que se están forrando son Chiesi (con Norlevo) y Bayer (con Postinor).
En Hispanidad hemos hablado con José María Simón, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (en la imagen), sobre los efectos de esta píldora del día después: "Se puede decir claramente que en el 70% de los casos en que actúa, evita que un embrión humano se pueda implantar y por tanto se pierde". "En un 30% de los casos evita la ovulación o puede tener otros efectos".
El doctor Simón ha añadido que es algo que "no es aceptable para los que admitimos -que somos muchos en el mundo- que el ser humano debe ser respetado desde la concepción". Y ha recalcado que "los que lo vemos claro tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo por que la gente sea feliz en el matrimonio y no tenga que usar nada de esto".
El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos ha señalado también que "los Gobiernos ya saben esto perfectamente y el mismo fabricante lo explica en el prospecto. De manera que se trata de una decisión política: apostar por la salud de la mujer y de los hijos, por la salud familiar, apostar por la regulación natural de la fertilidad, si es que es necesario, y por la vida, la familia y las familias numerosas; o bien por la cultura de la muerte aunque esté disfrazada de medicamento".
En consecuencia, Simón ha señalado que "hay que apostar por la regulación natural de la fertilidad, en la que creen todos. Porque en los centros de reproducción artificial a las mujeres les dan unas gráficas y les dicen que vengan cuando estén en fase fértil. Eso existe y está aceptado por todos". "Y apostar por las familias numerosas con buena publicidad y eso a veces no solo es dinero".
Sin embargo, "lo del aborto, que es algo diabólico, es más difícil de arreglar desde un Gobierno porque aunque estuviera prohibido se haría y no se perseguiría". En ese sentido, ha recordado que la persecución del aborto ilegal brilla por su ausencia: "Aquí el drama está en que hay solo un caso -el del colegiado Morín- que está en marcha". "Pero no se persiguen, porque la Fiscalía tiene órdenes de no perseguir -esto me lo han dicho fiscales-, porque no hay policía científica suficiente para estudiar eso, porque no hay voluntad política, porque la sociedad está como está, etc".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com