Hasta hace tres meses, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, MAFO, era secretario de Estado de Presupuestos y Hacienda, es decir, el cerebro de la política financiera del Gobierno Zapatero. Desde hace poco menos de un mes, es el gobernador del Banco de España. Pues bien, en una de sus primeras doctrinas filtradas desde el puente de mando del instituto supervisor MAFO considera que la reforma laboral y el acuerdo del pacto de Toledo sobre pensiones resultan insuficientes, timoratas, pacatas. Tanto la reforma laboral como la de la Seguridad Social, junto con la reforma fiscal aún más timorata- son las tres grandes reformas económicas de la legislatura. Y ahora resulta que el Dr. Jeckill, el mejor vocero del Gobierno protagonista de las precitadas reformas, se estrena como el Mr. Hide del Banco de España con la peor de las críticas: el desprecio. ¿Qué tendrán los solemnes muros del Caserón de Cibeles para provocar este tipo de metamorfosis veloces y copernicanas?
Naturalmente, el que tiene razón es el cruel Mr. Hide y no el bondadoso Dr. No es que sean tímidas reformas, es que no reforman nada. Y lo sabe todo el mundo, sólo que desde el Ministerio se está pendiente del voto, por lo que se predica la demagogia (no olvidemos que MAFO era el fustigador de la política económica del PP). No hay que preguntarse cuándo mentía MAFO, está clarísimo, mentía cuando era secretario de Estado, ahora dice la verdad.
En efecto, la reforma laboral del Gobierno Zapatero no buscaba más que una foto que evocara paz social mediante una serie de parches que pudieran ser tragables por empresarios y sindicatos. Pero todos los implicados saben que para reducir el paro no hay otra vía que subir los salarios más bajos e introducir el despido libre aunque pagado. Es la única fórmula no sólo para terminar con el desempleo sino con la precariedad laboral.
Respecto al Pacto de Toledo y a la Reforma de bases de cotización de la Seguridad Social, puede decirse lo mismo. MAFO lo califica de timorata porque sabe, lo sabe todo el mundo, que el actual sistema de pensiones español y eso que tenemos las pensiones más bajas de Europa- estallará por los aires antes que después. Todos saben que la causa es la baja natalidad de una Europa empeñada en suicidarse y todos saben que la única manera de solucionar el problema es bajar las pensiones pero, naturalmente, ningún Gobierno está dispuesto a perder las elecciones. Sólo en pensiones contributivas existen en España 8 millones de perceptores, es decir, 8 millones de votos.