Se echa de menos, no obstante, que no se persiga a quien lo posibilita: el HSBC

 

Espléndida exclusiva de La Vanguardia: Hacienda investiga a 3.000 españoles con cuenta en Suiza, para ser exactos en la filial del HSBC en aquel país. Bien por Hacienda aunque un poco lenta: muchos de los presuntos delitos fiscales han podido prescribir. Suiza sigue siendo un paraíso fiscal si se tiene en cuenta que la principal condición de un paraíso no es pagar pocos impuestos sino ocultar la riqueza de los ricos a las miradas de los extraños. El secreto bancario suizo sigue en pie a pesar de sus promesas de colaborar en la lucha contra el blanqueo de dinero en Suiza, cuando este procede de actividades delictivas: terrorismo, prostitución, narcotráfico, etc.

En cualquier caso, la Hacienda española está haciendo bien su trabajo pero también convendría investigar -y, si fuera necesario, encausar- a quien posibilita el fraude al defraudador: en este caso, el mayor banco del mundo, el británico HSBC. Un banco, por lo demás, muy presente en España, donde ha pergeñado operaciones apalancadas de troceo de empresa españolas, como la operación de Liberty con PRISA.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com