España está actualmente en el 1,38.
Si la reforma de las pensiones era necesaria hace unos meses, los datos que ofreció el jueves el Instituto Nacional de Estadística sobre los Indicadores Demográficos básicos lo dejan aún más claro.
España sigue envejeciendo y la pirámide de población es cada día más parecida a una peonza que a una pirámide propiamente dicha. Durante el 2010 en nuestro país hubo 485.055 nacimientos, un 1,96% menos que en 2009, mientras que se produjeron 378.667 defunciones. De esta manera el crecimiento vegetativo fue de 105.388 personas, el dato más bajo desde 2005. Con estas cifras, la población española continúa envejeciendo y no se produce un reemplazo generacional, con los problemas que eso conlleva.
Las mujeres en España tienen una media de 1,32 hijos por mujer, la tasa más baja desde 2005, pero es que además, las mujeres extranjeras también están descendiendo en su fertilidad ya que han pasado de tener 2,05 hijos por mujer en 2002 a 1,64 en 2010.
Eso sí, el porcentaje de hijos nacidas de madres extranjeras se ha estabilizado en el 20,3% (unos 97.000 nacimientos).
Lo que parece claro es que España, si no quiere seguir envejeciendo y muriendo, necesita fomentar la natalidad. Los 31,2 años de media en que las mujeres españolas están dando a luz su primer hijo debería reducirse y el Estado debería fomentar este aspecto con ayudas. Aunque si son como las que propone el Partido Popular, se quedarán muy cortas.
Juan María Piñero
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