Uno de los más reconocidos expertos españoles en materia energética, el autor del Informe sobre la Energía en España (2000-2025), Juan Avilés Trigueros , asegura que España necesita volver al carbón como combustible para producir electricidad. Al tiempo, para fijar el CO2 que se desprende en las centrales térmicas, concluye que el país precisa reforestar su territorio hasta los 300 millones de árboles. Hace 50 años la llamada España verde ocupaba la mitad norte de la península. Hoy, es poco más del tercio norte. Diversas escuelas de ingenieros se han interesado por este proyecto, cuya ejecución, el autor considera que costaría 25 años, y que cambiaría el paisaje del país.

El estudio parte del principio aproximado de que una tonelada arbórea absorbe 2 toneladas de anhídrido carbónico. Además, la reforestación debe realizarse, en expansión esférica, a partir de los centros que generan CO2, es decir, las centrales térmicas, sin olvidar, otro tipo de industrias, asimismo contaminantes, como las refinerías, que también deberían colaborar.

Avilés recuerda en su estudio que las empresas productoras de electricidad no son las que más contaminan, sino el transporte, por lo que las empresas del ramo deben colaborar en la media en que contaminan (más del 50% de total). Que quien contamine pague, pero no derechos de emisión sino con plantación de árboles.

Avilés se ha mostrado siempre en contra del pago de derechos de emisión, que considera denigrante para quien paga y para quien recibe, para pobres y para ricos. Por el contrario, considerada que el carbón es el combustible fósil más abundante en la naturaleza y que las nuevas técnicas de desulfuración le convierten en una energía idónea y, con la utilización de masas arbóreas, el idóneo, por ser fácilmente regulable y aún con el cose ecológico mucho más barato que el gas.

Por cierto, las especies que menos gustan a los ecologistas, árboles de crecimiento rápido, como el eucalipto o los plataneros, son los que más CO2 absorben.