Al menos, eso se deduce del último informe económico del Banco de España, para quien se mantienen los parámetros del tercer trimestre. Recordemos que la previsión oficial es de un crecimiento del 3,3%, y que ya a la altura de septiembre, la previsión se había superado, hasta alcanzar un 3,5%, la misma cifra que días atrás augurara el Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.
Lo normal es que la economía española cierre el ejercicio con un crecimiento del PIB que duplique el de la media comunitaria, debido, eso sí, la crecimiento interno y a la construcción, la gran creadora de puestos de trabajo. En cualquier caso, muy distinto de los países de nuestro entorno, e incuso por encima de la economía norteamericana.