• La formación republicana no da otras opciones a Convergència, que se ha quedado sola para detener una comisión en la Cámara.
  • Y no sólo eso: amenaza con abrir el foco al fraude fiscal en toda Cataluña.
  • El proceso soberanista se debilita. Tras el amago de la Generalitat de que la consulta depende del Constitucional, ERC dice que debe celebrarse sí o sí.
  • El ex president ya ha recibido la notificación de la Agencia Tributaria para dar explicaciones de su dinero en el extranjero.
  • Su guión de comparecencias sigue el ritmo de Hacienda, anticipándose o retrasándose.
  • Pero la cosa no acaba ahí: un juez de Barcelona le reclama el testamento de su padre y pide datos a Suiza y Andorra. 

Todos lo presienten, aunque ninguno lo confirma, pero está claro que el 'caso Pujol' ha entrado en el proceso soberanista de Cataluña, no dinamitándolo (Artur Mas es como es y no se baja del burro), pero sí alterando el guión. El primer paso lo ha dado ERC, esta mañana, para aclarar que, en contra de lo que sostiene CiU, apoyará la creación de una comisión de investigación en el Parlamento catalán -CiU lo teme como a la pólvora- si Jordi Pujol (en la imagen junto a su esposa, Marta Ferrusola) se niega a comparecer en la Cámara.

Los focos están en el ex president y en la residencia propiedad de su mujer en Queralbs (Gerona), donde pasa unos días. Ha sido el lugar elegido para romper su silencio. Ayer no aclaró si comparecería o no, curiosamente un día antes, por hoy, de haber recibido ya la notificación de la Agencia Tributaria para que declare tras su confesión de que ha estado 34 años sin regularizar su dinero en el extranjero. Todo encaja. Ayer se mostró a disposición de las instancias jurídicas y tributarias si le citaban y hoy ya le han citado.

Pero la cosa no acaba ahí. Esta mañana también el juzgado de instrucción 31 de Barcelona ha reclamado a Pujol y a su esposa, Marta Ferrusola, el testamento de su padre, Florenci Pujol, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. También comenzará las diligenias para que las entidades financieras de Andorra y Suiza informen sobre la existencia de cuentas bancarias de la familia Pujol, como había solicitado la Fiscalía Anticorrupción.

En medio de toda esta maraña, ERC se ha decidido y ha corregido el rumbo de CiU. La secretaria general de la formación republicana, Marta Rovira, ha recordado que Pujol "aún no lo he decidido" si comparecerá en el Parlament, pero que si no es así, apoyarán que se cree una comisión de investigación, respaldada por todos menos Convergència i Unió (una vez más, la llave de ERC). Y no sólo para saber más de Pujol sino de todo el fraude fiscal en Cataluña.

De paso, como que no quiere la cosa, Marta Rovira ha recordado que la consulta independentista del 9 de noviembre debe hacerse sí o sí, al margen de lo que diga o deje de decir el Tribunal Constitucional, que podría impugnarla.

Se da la circunstancia de que precisamente ayer, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, defendió lo contrario: que el referéndum no se podría realidad si el TC lo recurre. Marta Rovira ha sido bastante explícita al respecto: "Todo el mundo debe defender el derecho de voto hasta al final, y más los que hemos firmado el pacto político para que esto pase con el voto de los ciudadanos para hacer posible el 9-N".

En fin, es lo que pasa cuando un partido calibra mal, enloquece, no sabe cómo disimular sus problemas y enfila hacia una deriva que ni ellos mismos han calibrado a dónde llega. Me refiero a CiU, naturalmente.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com