El Molt Honorable justifica la defensa del catalán como lengua minoritaria

Un empresario anónimo residente en Cataluña preguntaba en la mañana del miércoles al presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, por la persecución del castellano en esta comunidad autónoma. El autor de la pregunta ponía como ejemplos la obligación de rotular en castellano y la persecución en los patios de los colegios para que los niños hablen en catalán.

La reacción de Montilla era de sorpresa: "Debemos de vivir en países diferentes". El presidente autonómico recordó en primer lugar un mero dato formal: que en Cataluña se habla castellano y catalán. Y en segundo lugar formuló un planteamiento muy particular de lo que él cree que ocurre: "El catalán está en situación de inferioridad porque todo el mundo entiende el castellano y no todo el mundo entiende el catalán". Lo cual justifica para Montilla la necesidad de obligar a disponer de formularios y a rotular en ambas lenguas. "No se multa por tener impresos o rótulos en castellanos, sino por no tenerlos en catalán. De persecución del castellano, en absoluto. En los patios se habla castellano, catalán y árabe (…) Nuestro objetivo es que estén en plano de igualdad". Y lo de obligar a los niños a hablar catalán incluso en el recreo a Montilla le suena "a tertuliano de una emisora de radio". No se puede hacer mayor desprecio.