Se tienen que disculpar por hablar en español cuando hablan con Madrid
Esto de la persecución lingüística debería de tener sus límites. Una cosa es el bilingüismo y la convivencia de lenguas cuyo objeto es la comunicación y otra -bien diferente- la persecución al castellano. Atentos a la anécdota. Un periodista de Madrid llama a una gran empresa catalana, filial dePero avanzada la conversación, vuelven al ataque. Y ella, de nuevo, se disculpa en catalán tratando -infructuosamente- que su interlocutor no le oiga: ya te he dicho que estoy hablando con Madrid y tengo que hablar en español. Y digo yo: ¿pasaría mucho por que hablara en castellano con alguien de Barcelona? ¿Es que está prohibido hablar español en las empresas catalanas? ¿Es ésta la libertad lingüística que predican algunos?