Alfredo Pérez Rubalcaba ha comparecido en rueda de prensa en la sede del PSOE para analizar los resultados de las elecciones catalanas. Ya había diseñado el titular para los medios, una ingeniosa crítica a CIU, en términos futbolísticos por sus veleidades separatistas que han dado votos a ERC: "Cuando uno juega en un campo que no es el suyo, te acaban quitando el balón".
El líder del PSOE ha recomendado a Mas que vuelva a la moderación, no ha hecho ejercicio de autocrítica y ha aludido a la tradicional dificultad de las 'delegaciones' del PSOE, como el PSC en las elecciones en las que "nos movemos con los nacionalismos". Ha reconocido que el resultado "ha sido malo", pero también "digno" y ha apostado por el federalismo, lo que podría parecer una broma al analizar los resultados que ha obtenido el PSOE, ocho escaños menos que en las últimas elecciones.
"La Constitución admite mejoras", ha dicho, y conviene, asegura "evolucionar en este estado autonómico, respetando su identidad básica, hacia una dirección federal". Una dirección federal, ha añadido, que garantize "derechos siempre iguales" y la cooperación.
Rubalcaba insiste en el error. Cataluña ya tiene el café para todos. Y los catalanes, o quieren seguir en España como hasta ahora, o quieren algo más. La necesidad de un federalismo, ese invento que parece diseñado para conciliar las diferentes sensibilidades con respecto a la sensibilidad intentitadria que según Rubalcaba, "conviven en su partido", sólo lo entienden en el PSC y en el PSOE. Sólo hay que ver los resultados de las elecciones. Es probable que Artur Mas jugara en campo ajeno, pero Rubalcaba ni siquiera parece saber a lo que está jugando.
Sara Olivo
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