El borrador de propuesta del nuevo modelo de financiación autonómico prima a las CCAA que ganan población (Madrid, Cataluña y Valencia) pero penaliza a las que pierden población (Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha). Los ‘barones' se rebelan y Solbes deja la resolución del ‘sudoku' para su sucesor. Además, el socialista catalán, Antoni Castells, el más crítico con la propuesta ‘bucodental' de Soria. ¿Proponéis vosotros y pagamos nosotros?, se pregunta el conseller de Economía de la Generalitat catalana Economía llevó un borrador de nuevo modelo de financiación autonómico al pasado Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado el pasado martes. En dicho documento se contenía una prima para las comunidades que han tenido un incremento poblacional (principalmente Madrid, Cataluña y Valencia) y se recortaba la financiación de las que han perdido población (Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura).

¿La razón? La han explicado miles de veces las comunidades afectadas: la inmigración es un chollo para el Estado (recaudación de IVA e IRPF), pero es un lastre para las CCAA afectadas (Educación, Sanidad y servicios sociales). La ‘chapuza' del céntimo sanitario era un apaño que no soluciona el problema. Y las CCAA que más han sufrido la llegada de inmigrantes quieren solucionar el problema de manera definitiva.

La cosa sin embargo quedó en tablas. ¿Por qué? "Ausencia de consenso", explicó Solbes. Y es que según el borrador diseñado por Economía, las CCAA que han perdido población recibirían menos dinero. Y eso significaría que Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha (feudos socialistas) recortarían su nivel de ingresos. ¡Hasta aquí podíamos llegar! Por supuesto, los ‘barones' no están de acuerdo. Y en período electoral, no hacer mudanza. No hay tiempo, mejor para la siguiente legislatura. Solbes no ha tenido el coraje de agarrar el toro por los cuernos. El ‘sudoku', que lo arregle el sucesor.

Sin embargo, Cataluña tendrá "infraestructuras de primera" y financiación también de primera. Pero por vía interpuesta. El gobierno tendrá que inventarse convenios y fórmulas creativas para satisfacer las demandas catalanistas. Se acabó el ‘café para todos'. Y eso -como es lógico- enfada y mucho a los populares madrileños y valencianos. No habrá ‘sudoku'. Habrá más bien apaño. De momento, para ir tirando. Después, que resuelva otro.

Así que los catalanes están contentos a medias. Se ha armado mucho revuelo con el hecho de que Solbes mostró sus ‘dudas' presupuestarias y competenciales sobre el ‘plan bucodental' presentado por el nuevo ministro de Sanidad, Bernart Soria. Pero quien de verdad puso las patas por alto fue el socialista catalán Antoni Castells. ¿Uds. proponen y nosotros pagamos? Se preguntaba con ironía el conseller de  Economía de la Generalitat catalana en el Consejo.

Y es que en el Estado autonómico casi todo funciona así. Ocurrió con la LOE que establecía refuerzos para los alumnos rezagados y clases de apoyo para los inmigrantes. El Congreso legisla y las CCAA pagan. La misma dinámica seguida con la Ley de Dependencia. Y claro, las CCAA ya están cansadas de pagar proyectos desarrollados por el Estado central.

Argumentan que el Estado autonómico exige corresponsabilidad. Y no tienen claro que sea un buen modelo que el gobierno se cuelgue las medallas y luego sean las CCAA las que terminen pagando el pato. Y menos sin un nuevo modelo de financiación. Lo interesante es que fue el socialista Castells -amigo de Solbes- fuera más crítico con esta deriva del Ejecutivo Zapatero. ¿Ha descubierto los inconvenientes del Estado ‘complejo'?