El PP reclama que el Gobierno realice un foro bilateral entre España y Gran Bretaña para hablar de soberanía y un foro a cuatro bandas (España, Gran Bretaña, Gibraltar y ayuntamientos del Campo de Gibraltar) para debatir cuestiones concretas como el uso de aguas jurisdiccionales y las actividades peligrosas e insalubres que se realizan en el Peñón.
Eso sería más razonable que meterse en una reunión tripartita entre España, Gran Bretaña y Gibraltar donde el Peñón tiene voz como si fuera un estado. El problema arranca de octubre de 2004 cuando se constituye el foro tripartito que otorga a Gibraltar un estatus muy parecido a una parte con plenos derechos, denuncia Aristegui. Desde entonces, Gran Bretaña concede a Gibraltar el derecho de autodeterminación y se constituye en lo más parecido a una república.
El PP critica la inoportunidad política del viaje, pero para salvar los muebles establece unas líneas rojas: no hablar de soberanía ni renunciar a ella, criticar el uso de aguas jurisdiccionales y las actividades peligrosas e insalubres. Ya veremos a ver lo que da de sí. Pero supone un error histórico de magnitudes incalculables.