Una niña desnuda y atemorizada corre por la carretera. Esta imagen, que inmortalizó los horrores de la guerra de Vietnam, ha aparecido millones de veces por televisión. El 8 de junio cumple 35 años.
La niña Kin Phuc es hoy embajadora de la UNESCO y dirige una fundación de ayuda a los niños víctimas de la guerra y la violencia, en Timor, Rumanía o Afganistán. Lejos quedan sus 17 operaciones para curarla de las quemaduras que el napalm produjo en su cuerpo. Phuc estuvo en el Círculos de Bellas Artes de Madrid para promocionar la campaña describiendo el futuro, de la ONG Save the Children.
Kin sufrió quemaduras en el 65 por ciento de su cuerpo. Nick Ut, autor de la foto que ganó el Pulitzer en 1973, la recogió, la llevó al hospital y le salvó la vida. Permaneció hospitalizada 14 meses. Se desmayaba cada vez que las enfermeras la metían en la tina y cortaban la piel muerta. Pero no murió. "Dentro de mi –dice- había una niña pequeña y fuerte, que quería vivir. Pero todo lo superé gracias al amor de mi familia y de Dios".
Una de las lecciones que ha aprendido con esta experiencia es a pedir perdón. Cuando leyó la primera vez las palabras de Jesús "amar a tus enemigos", no sabía cómo hacerlo. Creyó que sería imposible. "Tuve que rezar mucho y no fue fácil, pero al final lo logré".
En 1996 conoció a uno de los pilotos que participaron en el bombardeo de su aldea. Le perdonó públicamente porque, asegura, el "perdón es más poderoso que cualquier arma del mundo". Está convencida de que su vida es un símbolo de la esperanza y el perdón.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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