Sr. Director:

No me parece que si el Papa celebra una misa en el altar adosado, el originario de la Capilla Sixtina, y, por tanto, forzosamente de espaldas, ello merezca titulares y gran foto de portada en varios periódicos.

No tiene nada de extraordinario el que de vez en cuando se rememoren hechos históricos o culturales del pasado, como ocurre en muchos otros ámbitos de la vida civil y académica, con el fin de que no se olvide algo que fue habitual durante centenares de años.

Y no creo que eso suponga ningún tipo de involucionismo litúrgico, sobre todo teniendo en cuenta, además, que la misa se celebró en el rito actualmente vigente. Por ello no entiendo ese tratamiento informativo, salvo que haya algo más; como podría ser el presentar una imagen de la iglesia retrógrada y eminentemente conservadora, lo cual quizá convenga a determinadas opciones políticas, en época electoral y, especialmente, después de algunos desencuentros recientes entre los obispos y el gobierno.

Javier Castro Dono

javierandrescastro@hotmail.com