Se ha convertido en el opositor más importante a la tiranía china. Cuando Pekín absorbe la colonia británica de Hong Kong no podrá predecir que el obispo Zen les iba a salir tan respondón, Comparado con sus críticas a las violaciones de derechos y a la falta de libertades en el país más poblado del mundo, el Dalai Lama parece mucho más llevadero. Zen asegura que China se siente más vigilada por el exterior, que, por lo tanto, la represión no es tan brutal como antes, pero, de cualquier forma, el Gobierno comunista del presidente Hu Jintao continúa considerando a la iglesia católica como un enemigo de China.
Descubre el obispo de Hong Kong que los católicos de Taiwán están perfectamente preparados para la integración en China y que la Iglesia patriótica, un montaje del Régimen para responder al Vaticano, está evolucionando hacia una mayor fidelidad al Papa. La entrevista de la agencia Zenit no tiene desperdicio.