Pocos días después de que al candidato socialista Miguel Sebastián, se le ocurriera la feliz idea de que los abonos transportes de los jóvenes de Madrid y Barcelona fuera intercambiables recíprocamente, el gobierno ha autorizado subvencionar con 40 millones de euros las infraestructuras del transporte público en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona.

En realidad se trata de subvencionar el tren de Cercanías, que tanto uso tiene en ambas ciudades transportando a cientos de miles de trabajadores a diario. La contabilidad como subvención permite venderlo a la opinión pública como un apoyo al transporte público y de paso que Sebastián pueda esgrimir esta carta en su difícil campaña electoral.