No todo lo que es verdad es demostrable, pero sí bastante argumentable. En la operación de compra del 3,1% de BBVA por parte de la constructora Sacyr, no hay buenos, todos son malos, porque han primado el interés y la ambición, y la ambición siempre es enemiga de la verdad. Todos los implicados, personas, empresas e instituciones van a salir tocados del envite. Tocados, al menos en su prestigio.
Vamos con la sarta de mentiras:
1. ¿Es una operación gubernamental? Sí, lo es. Se juntan al menos varios intereses: el del PSOE -en especial el asesor monclovita Miguel Sebastián- por cargarse a Francisco González como presidente del BBVA, el del PP y el Banco de España por mantenerle para fastidiar al PSOE, el de Luis del Rivero, ambicioso constructor, por hacerse con el BBVA, el de una serie de socios por hacerse con un importantísimo activo inmobiliario y el de Emilio Botín por comerse el BBVA.
2. Hablando de inmuebles, ¿la Operación Chamartín es la clave? Pues, creo que no. En efecto, todos los millonarios tienen mucho interés en la Operación Chamartín (para nuestros amigos hispanos, enterramiento de las vías del tren en el centro de Madrid y construcción de miles de viviendas sobre ellas). Es verdad que Juan Abelló, Luis del Rivero, Florentino Pérez y el propio FG (por cierto, estos dos últimos andan un poco reñidos) quieren participar en Chamartín, pero también lo es que, a estas alturas, hay al menos cuatro instituciones que tienen mucho que decir, y que pueden hacer que Chamartín sea un gran negocio o una castaña: El Ayuntamiento de Madrid (PP), la Comunidad (PP), el Ministerio de Fomento (PSOE) y los tribunales, en nombre de los antiguos propietarios de los terrenos urbanizables. No, el BBVA es premio suficiente sin ninguna Operación Chamartín.
3. Sacyr tiene razón en que el señor FG dirige despóticamente el BBVA con un Consejo de Administración sumiso y un equipo directivo temeroso de sus frecuentes accesos de ira y de su falta de respeto al trabajo ajeno. Para un presidente que apenas entiende el negocio, la arrogancia no constituye la mejor carta de presentación. ¿Qué se puede hacer con un 3%?, preguntan los defensores del BBVA. Pues, por ejemplo, mucho más que con el 0,5% que no alcanza todo el actual Consejo de Administración del banco. La historia de FG es ésta: llegó al cargo por el dedo de Rato, invirtió muy poquito de su patrimonio en acciones, expulsó a todos sus enemigos y ahora sigue siendo un presidente al que le importa un bledo no ser propietario.
4. El Gobierno no ha intervenido en la operación. Mentira, el Gobierno es el inspirador y acicate de la operación. Tanto es así que Luis del Rivero volvió del Banco de España, el pasado viernes 26, asombrado de que no les dieran el visto bueno de forma inmediata. Si le auspiciaba el Gobierno...
El Gobierno Zapatero tiene un talante tan agresivo como oscuro. Lo único que le importa es vengarse de Aznar (verdadera obsesión de Mr. Bean) y que nadie se atreva a echarle un pulso. Toda la parafernalia sobre el diálogo y la tolerancia no esconde más que las conspiraciones habituales para imponerse en todos los ámbitos: político, económico y cultual. Zapatero está creando una maquinaria de poder mucho más perfecta, y más cruel con sus enemigos, que la de Felipe González.
5. El Banco de España se ha limitado a cumplir la legalidad vigente. Mentira. El Banco de España ha bloqueado la operación. Caruana ha salvado el cargo de FG, que ahora se volverá un poco más despótico de lo que ya es. El emisor se ha jugado su prestigio para el futuro. Jaime Caruana, hombre de la órbita PP, ha jugado a favor de su ex compañero FG, que no es de ninguna órbita ideológica (FG sólo es fegista), pero quién sabe dónde están sus apoyos y dónde sus enemigos. El Banco de España sabía que su acuse de recibo bloqueaba la operación, y que una operación de este tipo no puede mantenerse, no ya tres meses, sino tan siquiera tres días sin quemarse.
6. ¿Puede confiar el pueblo español en que sus medios le informen debidamente sobre el trasfondo de la batalla? Ni de broma. BBVA y SCH (insisto, está detrás de la operación) son no sólo grandes anunciantes, sino dos grandes financiadores de los grandes editores. El País se ha alineado con el Gobierno y con el SCH; el resto ha preferido ir contra Sacyr, pues, no en vano, FG y su dircom, Javier Ayuso, se dedican a repartir dinero con la manguera a todo tipo de medios y a intentar asfixiar económicamente a los rebeldes. De medios y de lobbys de comunicación. Ayuso ha sacado la chequera y ha fichado a todos los lobbys, incluidos los lalos (Lalo Azcona), que han venido trabajando para el Santander. Sacyr se ha quedado con José Luis Sanchís, famoso por sus campañas políticas en Iberoamérica y, curiosamente, por sus tendencias conservadoras.
En resumen, con la operación Sacyr-BBVA se ha puesto de manifiesto el alineamiento político, económico e informativo en el que vive el país. España es hoy un oligopolio. Mejor un duopoli o estás con el PP o estás con el PSOE, o estás con la beautiful people o estás con la biutiblú, o estás con Polanco o estás con la prensa progre de derecha (El Mundo, Vocento y Recoletos)... o estás con Sacyr o estás con BBVA. O estás con el Madrid o con el Barça (esta opción es mucho más profunda y filosófica que las anteriores). Y el que no está ahí, querido amigo, no figura en el Who is who.
Y todo ello no me preocuparía mucho, de no ser porque el duopolio es también mental. En otras palabras, el pensamiento español también es oligopolista, alineado, falto de ecuanimidad. En este país, lo único políticamente incorrecto es el Cristianismo.
Eulogio López