Que un parlamentario renuncie a un puesto político por coherencia religiosa, es tan milagroso como extraordinario. Digno de entrar en el libro de los récords. Pues eso es precisamente lo que ha pasado en España.
La protagonista de esta historia navideña es la socialista Mercedes Aroz, 21 años de parlamentaria y en las últimas elecciones la senadora elegida con más votos. Presenta su decisión como el resultado de una transformación personal iniciada hace varios años, que hoy le permite anunciar su conversión al cristianismo y que ha culminado en su "plena integración como miembro de"Mi actual compromiso cristiano me ha llevado a discrepar con determinadas leyes del Gobierno que chocan frontalmente con la ética cristiana, como la regulación dada a la unión homosexual o la investigación con embriones, y que en conciencia no he podido apoyar. En consecuencia, se imponía la decisión que he tomado".
El proceso ha sido difícil: "Sin embargo, hoy me siento plenamente integrada en la Iglesia". Ha querido hacer pública su conversión para subrayar la "convicción de la Iglesia católica de que el cristianismo tiene mucho que decir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo (…). A través de la fe cristiana se alcanza a comprender plenamente la propia identidad como ser humano y el sentido de la vida".
Clemente Ferrer Roselló
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