La actitud del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el caso de las cajas de ahorros gallegas resulta vergonzosa. Se lo resumo: el gobernador MAFO ha amenazado con intervenir Caixa Galicia, a pesar de que sabe perfectamente que, si bien la entidad no anda boyante, tampoco está, ni mucho menos, como para la traumática cirugía de la intervención, que no es buena para nadie. Hay otras entidades del sector ahorro y otros bancos en peor situación que Caixa Galicia.

Al final, el Banco de España no puede convertirse en una institución al borde del Estado de Derecho ni el gobernador actuar a su arbitrio. Le guste o no, existe una norma llamada Ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorros la LORCA- y hasta él debe someterse a esa norma. La LORCA asegura que los que mandan en las cajas son las comunidades autónomas. A quien no le guste por ejemplo a mí- que luche por cambiar la ley pero, en el entretanto, está obligado a cumplirla. Sólo la conciencia está por encima de la ley y éste no es un caso de conciencia, sino de lucha por el poder.

Al final, el presidente gallego Núñez Feijóo se ha salido con la suya. Ha conseguido -en el último minuto del partido- una fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, aunque ha tenido que ceder mucho ante el ambicioso cajero gallego Julio Fernández Gayoso que, a sus 78 años de edad, cuarenta y cinco controlando la caja del sur de Galicia, se niega a jubilarse.

Porque esa es otra: ¿hay aquí alguien que piense en el bien común o cada cual va a lo suyo?

Y no obstante, les deseo un día muy alegre.

Eulogio López

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