Tras la denuncia por parte de Hispanidad de la presión política sobre el regulador francés, Roverato se apunta a la extorsión

Viernes 29, Junta de Sacyr Vallehermoso. La prensa española aparece jalonada con las declaraciones del presidente de Eiffage, Jean François Roverato, apenas un día después de que Hispanidad denunciara cómo el Senado Francés presionó al regulador de la bolsa francesa, la AMF, para que prohibiera la OPA de la española (y que ABC y El País plagiaran con desvergüenza sin citar el origen (la prensa seria, copia; la muy seria, plagia y se apropia de la información ajena).

Pues bien, el viernes llegaba el contraataque francés. En Expansión, Roverato pedía a Sacyr 129 euros por acción en metálico, superando casi en 20 la cotización actual. Pero se trataba de una tenaza, dado que la dirección general de Eiffage se reunía al mismo tiempo con periodistas franceses para lanzar la especie de que si Sacyr quería irse, estaban dispuestos a buscarle comprador para su paquete del 33% a razón de 80 euros. Es decir, si me compras, pagas 129, si te compro tendrás que conformarte con 80 euros. No está mal.

Ahora bien, ¿por qué estas cantidades? Pues muy sencillo, son la referencia de la concertación –que sí han perpetrado los franceses, no los españoles-. En efecto, 129 euros fue lo que Eiffage pagó a Groupama, cuando este había sido llamada por Roverato para que le apoyara frene  Sacyr. Groupama compró a 80 y vendió a 129, todo un negocio para él y todo un desastre para Eiffage, pérdidas que ahora Roverato pretende recuperar… con cargo a la constructora española.

En cualquier caso, Sacyr mantiene abiertos todos los frentes, incluidos el de aceptar el reto de pagar 129 euros en metálico, Irse no se va: quiere Eiffage. Incluso aceptando la extorsión de Roverato.