Los militares se reservan parte del poder y los musulmanes se atribuyen la victoria electoralEn medio de los rumores sobre el estado crítico en que se encuentra el expresidente egipcio Hosni Mubarak -las informaciones apuntan a que estaría clínicamente muerto tras un infarto, aunque todavía no está confirmado- la situación que vive Egipto se problematiza.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder desde la caída de Mubarak, anunció este lunes su voluntad de entregar el Ejecutivo al futuro presidente antes de fin de mes. Pero mantendrá el Poder Legislativo y controlará otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes". Hay que recordar que los militares dominan el sistema desde la caída de la monarquía en 1952.
Esto no ha gustado nada a los Hermanos Musulmanes, que se han adjudicado ya la victoria en la segunda vuelta de las presidenciales celebrada el pasado fin de semana y que, según ellos, otorgaría el poder a su candidato, Mohamed Mursi. Eso sí: el ex primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, también dice que ha ganado los comicios. El periódico estatal Al Ahram da como victorioso a Mursi con casi un 52% de los votos. Mañana jueves se conocerán los resultados oficiales.
Pero para los islamistas egipcios, el anuncio de los militares de mantener el Poder Legislativo y controlar otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes" se trata de un "golpe constitucional". Y han sacado a la calle -a la plaza Tahrir de El Cairo, por ejemplo- a su gente para presionar a los militares, en una demostración de fuerza, según algunos analistas.
Ahora bien, también los partidarios de Shafiq salieron a la calle y gritaron "Shafiq presidente" durante todo el día en el tranquilo barrio de clase media de Dokki, en el centro de la ciudad.
Como se ve, la situación es compleja en Egipto y todo apunta a un enfrentamiento -no sabemos si pacífico o institucional- entre los militares y los islamistas. Estos ya han anunciado que van a implantar la 'sharia' o ley islámica en el país, de obligado cumplimiento -pues regula el conjunto de actividades públicas y privadas de todo musulmán- para todos los ciudadanos en caso de llegar al poder. En ese caso, la libertad que dicen defender se la cargarán.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder desde la caída de Mubarak, anunció este lunes su voluntad de entregar el Ejecutivo al futuro presidente antes de fin de mes. Pero mantendrá el Poder Legislativo y controlará otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes". Hay que recordar que los militares dominan el sistema desde la caída de la monarquía en 1952.
Esto no ha gustado nada a los Hermanos Musulmanes, que se han adjudicado ya la victoria en la segunda vuelta de las presidenciales celebrada el pasado fin de semana y que, según ellos, otorgaría el poder a su candidato, Mohamed Mursi. Eso sí: el ex primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, también dice que ha ganado los comicios. El periódico estatal Al Ahram da como victorioso a Mursi con casi un 52% de los votos. Mañana jueves se conocerán los resultados oficiales.
Pero para los islamistas egipcios, el anuncio de los militares de mantener el Poder Legislativo y controlar otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes" se trata de un "golpe constitucional". Y han sacado a la calle -a la plaza Tahrir de El Cairo, por ejemplo- a su gente para presionar a los militares, en una demostración de fuerza, según algunos analistas.
Ahora bien, también los partidarios de Shafiq salieron a la calle y gritaron "Shafiq presidente" durante todo el día en el tranquilo barrio de clase media de Dokki, en el centro de la ciudad.
Como se ve, la situación es compleja en Egipto y todo apunta a un enfrentamiento -no sabemos si pacífico o institucional- entre los militares y los islamistas. Estos ya han anunciado que van a implantar la 'sharia' o ley islámica en el país, de obligado cumplimiento -pues regula el conjunto de actividades públicas y privadas de todo musulmán- para todos los ciudadanos en caso de llegar al poder. En ese caso, la libertad que dicen defender se la cargarán.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com