Khalil Samir, jesuita: "los movimientos islamistas, mediante manipulaciones, habían obtenido una mayoría absoluta en el Parlamento"Los Hermanos Musulmanes han vencido en las elecciones presidenciales celebradas en Egipto. Su candidato, Mohamed Mursi, se impuso al militar y ex primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq. Y ahora los islamistas van a controlar el poder.

Como se recordará, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder desde la caída de Mubarak, anunció recientemente su voluntad de entregar el Ejecutivo al presidente antes de fin de mes. Pero mantendrá el Poder Legislativo y controlará otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes".  

Todo indica que ha habido un pacto por el que los Hermanos Musulmanes han aceptado que los militares mantengan el poder legislativo, quizá para intentar hacerse con el país poco a poco.

Pero los grandes perjudicados de la victoria islamista son los cristianos coptos. Porque, como ya hemos explicado otras veces, su intención -ya declarada- es imponer la Sharia o ley islámica a todos los ciudadanos, como ya hacen en otros países. Por lo que la libertad puede ser la gran perjudicada de la victoria islamista en el país.

De hecho, hay algunas informaciones al respecto. Por ejemplo, las declaraciones del padre jesuita Khalil Samir en Religión en Libertad: los cristianos coptos temen que se refuerce la Sharia con los islamistas en el Gobierno de Egipto. Y llegó a decir: "las decisiones de la Consulta egipcia y de la junta militar, el desintegramiento del Parlamento y la limitación del poder del próximo presidente, se pueden considerar como intentos por reequilibrar las anomalías que provocaron los movimientos islamistas que, mediante manipulaciones, habían obtenido una mayoría absoluta en el parlamento".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com