Las multinacionales de trabajo temporal, como Adecco, deben tener mala conciencia porque dedican parte de su beneficio a comportarse como una ONG.

Así, Adecco ha donado 38.000 dólares a la Fundación Exit para fomentar la contratación de jóvenes en riesgo de exclusión. Ahora ya sólo falta que dejen de precarizar el empleo de los jóvenes sin riesgo de exclusión laboral, que es a lo que se dedican.

Las ETT no dejan de ser un intermediario del mercado laboral, que cobra su comisión, luego encarece el coste laboral total. ¿Ocurriría algo si desaparecieran? Sí, que las condiciones de trabajo mejorarían al suprimir un gasto innecesario.

Eulogio López

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