Sr. Director:
"Porque Sebastián es un pronóstico y yo soy un diagnóstico". (Gallardón dixit)
Cuenta la leyenda que el tal Benito, aquejado de duro estreñimiento, (estreñimiento moral, el que padecemos muchos españoles), recurrió al médico para que le reactivara sus cegadas cañerías. Y es el caso que, mientras estaba el boticario preparando la receta del galeno, nuestro atorado paciente se desatascó todo sin que expliquen las crónicas por qué. Pero ¿no será, quizá, que el milagro lo obró la mera mención de los ingredientes del purgante? Vaya usted a saber qué le habría prescrito el físico: ¿acaso "sudor de sapo, uña de búho, lengua de lagartija, ala de murciélago, ponzoña de alacrán..., todo ello bien aderezado con aceite de ricino y agua de Carabaña"? ¿No será que, pensando en que tendría que ingerir un potingue así, le entró tal retortijón que se nos fue de vareta y se curó?.
Gallardón es el "remedio y la enfermedad", el "Gran Hermano" que todo lo quiere ver, el amigo de Polanco y de "Pedrojota", el niño en el bautizo…
El fiscal, el diputado, el expresidente de Madrid, el alcalde, el mejor para irte de "cañas"… el progresista izquierdoso y derechoso centrado, el católico y el ateo, el Todo y la Nada …
Esperemos que nos pase como a Benito y no necesitemos probar a Gallardón de candidato a la Presidencia del Gobierno y nos curemos antes.
Eso significará que no se habrá cumplido su Diagnóstico por lo que hay que empezar por no votarle a la Alcaldía.
El contenido del diagnóstico será o cáncer Terminal para el PP, o amputación de "miembros" del partido o "píldora salvavidas", de cualquier forma "gana la Banca" (perdón, Polanco) si se cumple el diagnóstico Gallardón.
Daniel Díez García
daniel10teresa@gmail.com