La entrega de premios Tintero y Secante 2004 de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) celebrada el pasado martes por la tarde tuvo su morbo. Les explico. El presidente de Sacyr-Vallerhermoso, Luis del Rivero, recibió el accesit a Tintero por su apertura informativa. En su discurso estuvo divertido, agradeció el premio. En tono de ironía, calificó de discutibles las razones por las que el director de la Oficina Económica del Gobierno, Miguel Sebastián, había recibido el premio Secante a la opacidad informativa. Ha sido el que ha dado la gran noticia económica del año : la rebaja del impuesto de sociedades al 25%. Del Rivero defendió la rebaja impositiva como herramienta para mejorar la competitividad de las empresas españolas en un entorno crecientemente globalizado.
No fue muy prudente por parte de Del Rivero, que siempre ha tratado de esconder su relación con Sebastián. Máxime después de que la OPA de Sacyr sobre el BBVA resultara frustrada. Por eso un compungido Sebastián no quiso referirse al capote del amigo. Trató de justificar su silencio en una recomendación de su ex homólogo norteamericano que a los 15 días de llegar a Moncloa le recomendó que no hablara con la prensa. Todos los problemas que le tenido se han producido cuando he hablado con la prensa. Dicho y hecho. Puertas cerradas. En el cohesionado equipo económico del Gobierno, unos hablan y otros callamos, apunta Sebastián.
La verdad es que al asesor económico del Gobierno le apetecería ser más de los primeros. Reconoció que había sido tintero durante los tres primeros meses de 2004. En aquellos meses, Sebastián se prodigó por los medios desgranando lo que sería el programa económico del Gobierno. Pero héte aquí que Zapatero decidió darle la patada hacia arriba mandándole a Moncloa con el compromiso del silencio. Una especie de mazmorras para quien parece gustar de las cámaras y los micrófonos. Silencio torturador.
Su ejército de asesores prepara documentos de trabajo, recomendaciones de política económica, monetaria y fiscal. Pero todos se quedan en el papel. Quizás porque Sebastián es más progre. O lo contrario. Porque atentos al recado remitido al secretario de Estado de Economía. Yo espero que David Vegara vuelva a recibir un tintero el año que viene, pero esta vez, en vez de con tinta negra, con tinta roja Muy sutil, pero parece que quiere sugerir la necesidad de que Vegara sea tan rojo y feminista como el presidente Zapatero.