Después de seguir los resultados en la noche electoral del pasado domingo, día 25, se puede llegar a la conclusión que es más que probable que tanto en Andalucía como en Asturias no gobiernen los partidos que han obtenido un mayor número de votos en las elecciones.
El Partido Popular ha sido la fuerza más votada en Andalucía, pero la suma de los parlamentarios obtenidos entre PSOE e Izquierda Unida hace presuponer, salvo sorpresa mayúscula, un gobierno de izquierdas. Se prorrogarían así los 30 años ininterrumpidos que los socialistas llevan en el poder.
Si antes de las elecciones, la situación de Andalucía era insostenible, con la tasa de paro por las nubes y los escándalos de corrupción relacionados con la Junta que se han ido conociendo, la pírrica victoria del Partido Popular deja demasiadas nubes en el horizonte y la sensación de que se ha perdido una oportunidad histórica para afrontar la regeneración moral y política que Andalucía necesita.
Además, pensando en cómo reaccionarán los mercados internacionales a medio plazo, corremos el riesgo de una helenización española, dejando a nuestro país en una situación que considero muy grave.
Desde fuera de Andalucía, tengo la sensación que dentro no son conscientes de la situación y de la insostenibilidad, se confirma que tal vez Duran Lleida tenía razón cuando afirmo que…
Suso do Madrid