Las sonrisas eléctricas de las descerebradas ministras de Sanidad, Trinidad Jiménez, de Igualdad, Bibiana Aído, dieron un salto más en la homicida imbecilidad del zapaterismo.

La píldora postcoital es el instrumento más nocivo del mercado de la muerte. Es un píldora abortiva siempre que se haya producido fecundación -si no, no lo es, oiga-, es cómoda y está al alcance de cualquier adolescente insensata -seguramente una reiteración- a espaldas de sus padres.

Una precisión: al igual que ocurrió con la utilización de embriones fue el PP quien permitió la distribución en España de la píldora postcoital especialmente de la  Postinor y la Norlevo, es decir de los laboratorios Bayer -sí los chicos de la aspirina, a quienes habrá que boicotear en todos su productos- y la italiana Chiesi fabricante de la Norlevo, distribuida en España por Alcalá-Farma, empresa creada por antiguos directivos de Glaxo Wellcome.  No. Fue el Gobierno Aznar quien permitió la comercialización de este producto verdaderamente letal para un país. Y no es cierto que los socialistas hayan abaratado la pildorita de marras. Ni mucho menos. Siempre ha costado los 20 euros y, además, el alcalde de Madrid, el pepero Alberto Ruiz Gallardón, lleva años facilitando la Postinor y la Norlevo a las madrileñas desde los 14 años, antes de los 16, y sin necesidad de gastarse los 20 euros: gratis. Es decir, con cargo a los impuestos que pagamos los presidentes en Madrid, la capital con la mayor deuda de Europa. En resumen, las medallas que se apunta el PSOE deberían apuntarse a las del Partido Popular.

No lo duden, si quieren ustedes destruir una generación lo mejor es distribuir la píldora postcoital. De este modo se logrará despersonalizar a esa generación en un tiempo récord, además de trivializar definitivamente el sexo y desvincularlo de cualquier tipo de compromiso. Es un gran invento centro-reformista al que ahora se apunta el PSOE. Pero no lo duden: para destruir en tiempo récord una generación y que nunca más vuelva a levantar cabeza, además de convertirla en una generación sumisa, que incline la cerviz ante las exigencias del tirano, nada mejor que la Norlevo y la Postinor. Una generación que ha perdido el sentido del compromiso, el sentido del amor, es decir, el sentido de su propia dignidad de personas, traga lo que haga falta, es una especie de plastilina-gelatina acomodaticia.

Y todo esto sin aclarar si los farmacéuticos españoles se verán obligados a expedir un artículo tan brutalmente homicida como la Norlevo y la Postinor. Recuerden que una de las características del Nuevo Orden Mundial (NOM), al que se apunta el zapaterismo, consiste en eliminar el derecho a la objeción de conciencia en todas las profesiones, es decir, en eliminar la conciencia.

Eulogio López

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