Se acabaron las opas, ahora hay que hablar de retoques accionariales

Miguel Blesa ha comprado el 6,7% de la aerolínea al BBVA para permanecer en la compañía, y estaría dispuesta a adquirir los paquetes de Altadis y el Corte Inglés. Eso sí, todo depende de que BA no ejerza el derecho de tanteo. Ha sido la Caja quien se dirigió a FG, que no quería esperar a una OPA. Gala capital afirma que la permanencia de Cajamadrid le conviene y que ya ha presentado su oferta ante el Consejo, que previsiblemente la estudiará el jueves. Por otra parte, Cajamadrid anula así los movimientos apalancados, dado que no podrían controlar la gestión. La entidad madrileña apoya al equipo de Fernando Conte.

Cajamadrid
le ha comprado a BBVA su 7% de Iberia, lo que significa que la caja de ahorros que preside Miguel Blesa casi alcanza el 17% del capital. Ha sido un giro copernicano, que no sólo echa por tierra las numerosas casi-opas, siempre pregonadas y nunca presentadas -aunque Gala capital insiste en que ya ha presentado su oferta y que espera el Consejo de Iberia la analice el jueves- y, de paso, el movimiento de la entidad madrileña también anula los posibles apalancamientos, al tiempo que se cierra el paso a Lufthansa, British Airways o Air France, por un doble motivo: Cajamadrid no ha realizado este movimiento para especular, ergo no acudirá a las opas, al tiempo que defiende la gestión del actual equipo directivo que lidera Fernando Conte.   

Un directivo de Cajamadrid explica así la decisión de comprarle al BBVA su participación: "Nos gusta el sector, nos gusta la compañía, que gana dinero y representa el 54% del transporte aéreo español. No se podía ceder la T-4, la terminal de Barajas. Además, en Madrid hay 175.000 personas que viven del transporte aéreo y, por último, nos gusta que este país mantenga compañías estratégicas que crean riqueza". Y respecto a la labor del equipo directivo: "Iberia gana dinero mientras otros atraviesan dificultades". De esta forma, la entidad culmina un proceso de cambio de estrategia, cambio radical, pues han pasado de  entusiasmarse con una OPA a renegar de ella.

Llevamos desde febrero vendiendo Iberia, y el presidente de Cajamadrid, Miguel Blesa, se ha convencido de que los postores de la aerolínea de bandera española quieren comprar euros a novena céntimos. Es más, se ha cansado de esperar una OPA firme que no llega nunca.

Y una idea más importante: Iberia no necesita socio industrial porque el mejor socio industrial es su equipo directivo, y porque si se desvía el tráfico español a otros países te quedas. No sólo en el propio tráfico internacional, sino otros muchos negocios paralelos. Hoy en día, Madrid y la T4 son el ‘hub' que une el tráfico aéreo entre Europa e Hispanoamérica, y es Iberia quien opera en el 80% de la T-4, y la que posee tráfico suficiente para hacerlo.

En cualquier caso, se ha cumplido lo que ya habíamos anunciado en Hispanidad: el núcleo duro -Cajamadrid, BBVA, Altadis y El Corte Inglés- se habían revuelto contra British Airways, porque consideraban que quería quedarse Iberia por nada, a 3 euros por acción. Así, desde Moncloa y desde el propio Gobierno regional madrileño, liderado por Esperanza Aguirre, entidad tutelar de Cajamadrid, se prescribió un retardo para después de las elecciones, al tiempo que surgían grupos que pretendían mantener la españolidad de Iberia. ¿Por qué razón BBVA ha aceptado, entonces, los 3,6 euros que le ofrecía Cajamdrid, aún sabedor de que Iberia vale mucho más? Porque ya contaba con unas plusvalías de aproximadamente de 70 céntimos de euro por título y porque el proceso se empantanaba. Eso sí, si en 12 meses Cajamadrid vende le tendrá que abonar la plusvalías resultante. Es esta, precisamente la cláusula que invoca Cajamadrid como prueba de que se queda en Iberia y que incluso está dispuesto a aumentar su participación.