Desde luego que cada uno es muy libre de acostarse con quien quiera. Nadie discute ni cuestiona eso. La manifestación del 18-J no pretende decir con quién tiene que acostarse el vecino.
Como comprenderá el Sr. Bono, si uno quiere acostarse, pongamos por ejemplo, con la cabra que desfila en la Legión, allá él. Simplemente es cuestión personal y de gustos. Pero otra cosa es que además de acostarse con la cabra pretenda que la sociedad re conozca que su deseo de convivir maritalmente con la cabra debe ser equiparado al matrimonio, es decir, al pacto por el que un hombre y una mujer se unen para formar una comunidad indisoluble de vida y amor que tiene como finalidad la ayuda mutua y la generación y educación de los hijos. Eso ya es otra cosa.
El Sr. Bono es muy libre de acostarse con quien quiera. Pero no debe confundir. No puede pretender que el hecho de acostarse con cualquiera tenga que ser reconocido por la ley como matrimonio. Defender el matrimonio es defender a la sociedad y pretender equiparaciones injustificadas, forzadas y antinaturales es sencillamente querer darnos cabra por liebre. Pensar que si una persona reclama su derecho a contraer matrimonio con la cabra de la Legión hay que concedérselo o de lo contrario se la está discriminando, es sencillamente estar como una cabra.
José Gil Llorca