En la rueda de prensa posterior al pasado Consejo de Ministros, el ministro de Defensa, José Bono, se comprometió a no personarse en el juicio que se estaba celebrando sobre las agresiones que presuntamente había recibido durante la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). El castellano-manchego argumentó que quería pasar página y no ofrecer a los terroristas una imagen de división entre los demócratas.
Pues bien, Bono mintió. Porque no sólo se personó en el juicio, sino que insistió ante el juez en que fue golpeado, a pesar de que los escoltas que le custodiaron afirmaron que no apreciaron agresión alguna. Y es que el titular de Defensa recibió reproches, pero no golpes. Pero eso, para quien aspiraba a un baño de multitudes y aclamación popular debe ser más duro que el mismo golpe físico.