El jueves 4 y viernes 5 de noviembre se celebra en Madrid unas jornadas organizadas por la Plataforma de Asociaciones por la Custodia Compartida. Integran esta plataforma la Unión de Separados y Separadas de Madrid, S.O.S. Papá, la Confederación de Padres y Madres Separados, la Asociación Custodia Compartida ¡Ya! Valencia, la Asociación Custodia Compartida ¡Ya! Extremadura, la Asociación por el Bienestar Familiar del Menor, la Asociación Papá Huelva, la Unión de Separados y Separadas de Valencia, la Oficina del Defensor del Hombre y sus Hijos, el Grupo Padres e Hijos y la Asociación Renuka para el estudio del maltrato infantil.

El organizador de las jornadas, Manuel Oliete, reconoce a Hispanidad.com que el objetivo de estas jornadas es influir políticamente en el trámite parlamentario de la nueva Ley del Divorcio en dos líneas: la mediación familiar obligatoria y la custodia compartida prioritaria. "No queremos influir por la vía de la fontanería ministerial, sino de manera transparente y plural", señala. Y tan plural, porque por el seminario han pasado tanto la secretaria de Igualdad del PP, Sandra Moneo, como la responsable socialista en la Comisión de Justicia en el Congreso, Esther Couto. También ha estado presente el P. Leopoldo Vives, secretario de la subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal. Sólo ha faltado la asociación de mujeres juristas Themis, que fueron invitadas a las jornadas, pero optaron por no asistir.

La pluralidad de ponentes quiere poner sobre la mesa la inconsistencia entre el preámbulo del anteproyecto de ley del divorcio, que habla de la necesidad de superar esquemas pasados y avanzar hacia la distribución equitativa de los tiempos y la ausencia de novedades reales en relación a la custodia compartida que la plataforma defiende. Además, abogan por una mediación familiar obligatoria en los procesos de ruptura familiar, que sirva como colchón de la respuesta emocional a este proceso y resulte más amigable para la resolución del conflicto. "Siempre en un entorno de libertad y no coacción", señala Oliete.

Precisamente, el Consejo de Europa ha insistido en sucesivas ocasiones sobre la necesidad de establecer este mecanismo de la mediación familiar obligatoria como herramienta para evitar los litigios, profesionalizar el tratamiento de la crisis y, en la medida que se pueda, propiciar la reconciliación.