Tengo la sensación que aunque el PSOE gobernase, no pediría la denuncia de los Acuerdos Iglesia-Estado. Es un fantasma que agita de vez en cuando, sobre todo cuando lo tiene mal en las encuestas y busca a la izquierda el voto más radical.
Soraya Rodríguez ha amenazado con esa denuncia después de la visita de Rajoy al Papa y después de que Gallardón haya anunciado el cambio de la ley del aborto. Lo ha hecho porque necesita agitar. Los socialistas, que hace muy poco que salieron del Gobierno, se agitan compitiendo con Izquierda Unida, que, por cierto, en las últimas encuestas, casi les supera.
Se agitan buscando la complicidad con los que acosan a los políticos del PP, se agitan proponiendo expropiaciones que son contraproducentes para frenar los desahucios.
Y se agitan con propuestas fiscales que, de salir adelante, serían un duro castigo para la ya sufridora clase media. Sus juventudes apoyan la III República y su dirección tira del socorrido anticlericalismo, están bajo una necesidad de notoriedad.
José Morales Martín