A cada uno lo suyo, el confidencial PRNoticias no Hispanidad, ha dado la exclusiva sobre la marcha de Luis María Ansón del grupo Intereconomía. Al parecer, la gota que colmó el vaso entre el presidente del Grupo Intereconomía, Julio Ariza, y el periodista y académico, Luis María Ansón, fue la propuesta del primero de que ambos se redujeran el salario, ante las pérdidas provocadas por el segmento televisivo de Intereconomía, principal encargo a D. Luis María.
Dibujemos el escenario. El Grupo Intereconomía emite Intereconomía TV antes Expansión TV- por Digital Plus. Además le ha sido concedida una licencia digital terrestre en la comunidad de Madrid. Con esta licencia, Luis M. Ansón crea Supernueve, pero Ansón introduce en el accionariado a José Luis Moreno (50%) y a Telecinco (25%), quedándose Ariza con el 25% restante. Aparte de que Moreno poco tenía que ver tanto con el ideario cristiano como con los contenidos económicos de Intereconomía -su proyecto televisivo consistía en un canal de zarzuelas rellenado con sus famosas revistas-, la división accionarial suponía que Ariza perdía el control sobre la licencia por el reparto accionarial. En cualquier caso, Moreno había nombrado a Ansón su representante en Supernueve, por lo que su marcha deja el proyecto en el alero.
Más importante resulta su incorporación al diario El Mundo donde ya venía colaborando. Para Pedro J. el fichaje de Ansón significa un intento de ganarse a un público conservador y, al tiempo, lanzarse contra uno de sus objetivos actuales: el diario La Razón, que fundara el periodista-académico.
Oficialmente, Pedro J. ha fichado a Luis María como director de todo tipo de eventos culturales. Desde la propias páginas del diario al suplemento El Cultural (verdadera máquina de hacer dinero a costa de unos carísimos patrocinios financiados por los principales bancos y empresas del país) y la propia editorial La Esfera de los libros, si es que la feroz Imelda Navajo no saca la navaja para defender su posición.
Además, Pedro J. pretende darse una patina de cultura que le limpie su imagen de periodista tan temido como odiado a costa de publicar escándalos. En cualquier momento veremos a El Mundo organizando un evento literario o cosa parecida.